Luis Ocaña

¿Qué hay de malo?

escucha / listen [3.7mb]

La luna llena brilla en la ventana;
la miro, son las doce en el reloj;
hay que dormir, pero no tengo ganas.
David ya se acostó.

Terminan ya las «Crónicas Marcianas»
y el libro es una mierda, con perdón.
Guitarra sola encima de la cama
y empiezo esta canción…

Y entonces ya me duermo
y todo se queda en silencio
por una noche más.
Que tengas dulces sueños
y esos sueños
que se hagan realidad.

¿Qué hay de malo en soñar despierto?
¿Qué hay de malo en mirar atrás?
¿Qué hay de malo en volar tan alto
sin saber volar?

El martes me levanto tan temprano
que llego más tarde a la facultad.
El jueves no la he visto, y sin embargo,
la veo sin parar.

El viernes voy demasiado borracho,
termino con seis vodkas en un bar.
El sábado, dos besos y ¡al carajo!,
y a casa a descansar.

Y entonces ya me duermo,
y todo se queda en silencio,
por una noche más.
Que tengas dulces sueños,
y esos sueños
que se hagan realidad.

¿Qué hay de malo en soñar despierto
¿Qué hay de malo en mirar atrás
¿Qué hay de malo en volar tan alto
si no sabes volar?
¿Sin saber volar?

               ¤ ¤ ¤

Calimocho sin parar

En las noches de verano
nos juntamos en la playa
cuatro gatos solitarios,
compañeros de batalla.

Albertito cuenta historias
de ficción y de misterio;
tú serás el que la acierte,
tú serás el nuevo genio.

Calimocho sin parar,
pasa la botella que quiero más,
hoy me voy a emborrachar.

El silencio de la noche
en estruendo se transforma:
suena la canción de «Puto»
¡Víctor, cállate la boca!

Kata, Largo, Lito y Nano
en busca de americanas;
unos mojarán churrete
y otros, tienda de campaña.

Calimocho sin parar,
pasa la botella que quiero más,
hoy me voy a emborrachar.

               ¤ ¤ ¤

Tus ojos en el Soho

Domingo en Nueva York,
me llevas de la mano;
y aunque Lennon murió,
tú estás allí a mi lado.

Besé tu linda cara
entre el trasiego urbano,
millones de personas
y dos seres humanos.

Son tus ojos en el Soho
estrellas en la ciudad…

Son tus ojos en el Soho
una luz en altamar…

Después de un revolcón,
o dos, o tres, o cuatro,
te ha entrado la tontera
y te acuestas sin reparos.

Y aquí me quedo yo
a oscuras y sentado,
te escribo esta canción…
¡Despierta! He acabado.

Sin tus ojos, este Soho
es tan sólo un barrio más…

Con tus ojos, nuestro Soho
es nuestro y de nadie más…

Son tus ojos en el Soho
estrellas en la ciudad…
Estrellas en la ciudad.