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Erick Díaz, '14


Doña Negra

"Cuando era chiquita, me daba mucho miedo
ver a los haitianos…
Mi familia me decía que ellos comían gente"

Doña Negra

     Coincidentemente, Doña Negra también es negra. Era un requisito de quedarnos con familias anfitrionas para el viaje de nuestra clase de Raza e Identidad. Conocimos (mi amigo Osvaldo Reza y yo) a Doña Negra cuando llegamos a Santiago. Nos quedamos con ella por solo tres días: pero en esos tres días conocí a una señora muy tranquila, inteligente, y cálida. La cita es directamente de una anécdota que nos contó cuando Ozzy y yo le habíamos contado nuestro viaje a Dajabón. El espacio de Dajabón es extremadamente interesante porque es una zona de contacto con Haití: Hispaniola es la única isla en el Caribe que se divide en dos partes. Las relaciones entre los dominicanos y haitianos no son magníficas tampoco. Yo diría lo contrario…

     Quisiera saber tu identidad
     ¿Sabes de dónde vienen tus costumbres?
     ¿Tu forma de hablar? ¿Tu manera de ser?

     La primera cosa que me viene a la mente cuando oigo la palabra "identidad" es nacionalidad. Si uno nace y se cría en un lugar, es obvio ver cómo el ser de una persona se forma a base de esta experiencia. Uno se termina identificando con los valores que nos han influido, en nuestras escuelitas, nuestro vecindario, y sobre todo en nuestra familia querida. Es importante incluir la identidad de los padres de uno: nuestros padres son los que escogen transmitirnos su cultura. Por ejemplo, hay muchos americanos que se consideran americanos, pero tienden a vincular su identidad a un país (o múltiples) de Europa. Esto pasa también con muchos que caen en la categoría de minoría en Estados Unidos que tienen identidades híbridas. Estas identidades híbridas se destacan más porque es obvio ver que no pueden integrarse en la sociedad de la mayoría. Si bien, su cultura es diferente. Es posible que prefieran la comida del país de sus padres e incluso bailen y oigan la música que se produce en ese país. Es también probable que hablan la lengua de sus padres. Eso es importante, porque es obvio ver que una lengua define una identidad. Inclusive, si una persona habla más de una lengua (sea hablante nativo o no) quizás sienta que tiene más de una identidad propia. No se puede olvidar la relación entre la raza e identidad de una persona.

     ¿Eres blanco o negro?
     ¿Mestizo? ¿Mulato? ¿Indio?
     ¿Hay diferencias entre una a la otra?

     Me acuerdo de una vez cuando estaba llenando una solicitud para un puesto de trabajo. Llegué a la sección de "Raza" y en vez de llenar el círculo con la palabra "Latino y/o Hispano" al lado (entre otras selecciones que distinguieron si uno era "latino blanco" versus "latino negro," lo cual me parece absurdo), marqué el círculo con la palabra "otro" y escribí la palabra "ser humano" encima de la línea que requiere a uno a que explique el color de su piel. Quizás el jefe de ese trabajo lo encontró como una broma y nunca me llamó para hacer una entrevista conmigo (¡perdóname por intentar toquetear el sistema!)

     La manera en que Doña Negra existe con estos prejuicios también siendo "negra" me hace pensar sobre la jerarquía construida a través del color de la piel. O sea, la tez de uno no es indicador de cómo es la persona, cómo va a actuar o cuáles son sus costumbres. Sin embargo, casi todos nosotros usamos el color de la piel para tratar de identificar a estas personas. Permiso, déjame revisar esa oración: Casi toditos de nosotros usamos el color de la piel para tratar de identificar todos los aspectos repugnantes que se correspondan al color de la piel de esa persona. No me sorprendería que cada país en el mundo tuviera sus prejuicios sobre cada persona que cae en cada raza. También, no dudo que cada país ha participado en discriminar a la minoría que vive en su país. Aquí en los Estados Unidos, un gringo es un gringo. Sin embargo, en Europa, los europeos han hecho caracterizaciones de cada otro europeo de manera grotesca. Esto pasa igual en Latinoamérica, específicamente con respecto a los dominicanos y los haitianos. Un dominicano puede tener una tez igual al color de carbón y aún así no quiere saber del pobre haitiano que camina por las calles de su campo. Creo que esto pasa con cada nacionalidad que lleva un orgullo pesado en el corazón.

     Por un instante, ¿has juzgado a alguien
     por el color de la piel o la nacionalidad?
     Por favor, no me lo tienes que decir, ya sé la respuesta

     Creo que el sistema nos ha vuelto tan perjudiciales que muchas veces ni siquiera nos damos cuenta. ¿Qué podemos hacer para que esto no pase? Es difícil cambiar los pensamientos de muchos, y mucho más cambiar la sociedad y cómo se proyecta ideales de razas también a través de la cultura, los medios de comunicación, etc. Todos sabemos que ha habido una jerarquía para controlar a esos que caen bajo la categoría de la minoría debido al color de la piel. Esto también surge con personas que rechazan las raíces de su ascendientes. Es difícil el tema.

     "No vamos hablar sobre los dominicanos
     y como tienen ascendientes africanos.
     Es mentira"
               -Mamá Carmen (mi abuela)

     Solo sé que uno no debe rechazar una parte de su identidad. Todos tenemos muchas identidades que trabajan juntas; no podemos vivir con una y sin la otra. Y esto es lo que significa tener una identidad; vivir con todas sus identificaciones en equilibrio y armonía.




vol. 11 (2014)
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