Patricia
Vera-González, '16
El otro yo
Cómo pude
recuperar lo que hice, cómo sanar este profundo dolor, que hasta en mis
sueños es irrecuperable. Esta alma que te robaste con solo tu existir.
Por ti es que estoy aquí, las esposas arropadas en mis muñecas,
oficiales armados guiándome hacia mi sentencia, hacia mi fin, mejor
decir, el de nosotras.
Sólo hace
pocas horas que te llegué a conocer, que malgasto mi futuro y paz con tu
manera de ser. Con la misma cara que yo es la que cargas, todo lo que haces, tu
dejas ahí mi nombre. Te encuentro en una reflexión, donde te
encuentro en dos mundos separado por un espejo, pero no fue lo suficiente para
soportarte. Por que aquí esta, te escapaste y te aprovechaste de mi
vida, la que en un tiempo tuve. Con orgullo causaste destrucción,
acabaste con vidas, te robaste el juicio de Dios y lo tomaste como si fuera el
tuyo. Cada vez que te encuentre volverás a ser como el fuego de mi
interior, el que con sus llamas quema a todo que atraviese en su camino. No se
puede recuperar lo que hiciste, todos me culpan a mi, y tu sales con la tuya.
Me basta mirarte, esa mueca insoportable escrita en tu cara, me hace pensar que
pronto mi pasado nunca mas ya volverá.
Todo fue como en un sueño, todo va
sucediendo, en este camino cada día más , que entre la multitud
el tiempo sobre todo es lo que importa. Un minuto se siente como una eternidad,
cada paso mas largo hacia la luz que brilla como el olvido del sol. Un poco de
compasión es que pido, de parte de ti que es parte de mi, por ti vivo en
la desesperanza, con un nudo atado en mi garganta. Subo cada escalón
hasta llegar a la tarima, y poco a poco el corazón va perdiendo la fe,
perdiendo la voz. La cuerda me abraza el cuello, y en el momento de caer
apareces tu.
"Todos somos victimas del
tiempo. Esclavos de su tempestad. Obligados a aceptarlo, todo contra nuestra
voluntad. No permite que lo controlemos, obligándonos a vivir bajo su
arrogante actitud. Voluntarioso el tiempo que sin remordimiento acaba con
todos," dice mi otro yo.
La miré
indiferente, ya que todo odio y sentido ha escapado mi alma. Pasan unos
momentos y le digo: "Pero ya el tiempo se acabó".
"La luz se ve bonita desde aquí, se ve con
paz, feliz, caliente."
"Sé que me
cansé de estar luchando contra las agujas del reloj, sé que
nuestro tiempo terminó. Ya no hay mas preguntas que hacer, no hay
motivos para imaginar que el mundo me quiera perdonar, quizá eso fue lo
mejor." |