Isabel
Alvarez-Borland, Spanish
El dilema de ser dos
Uno de los
miembros más prolíficos de su generación, Gustavo
Pérez Firmat (1949- ) es uno de los más conocidos portavoces de
la comunidad cubano-estadounidense. En las últimas tres décadas
el autor ha publicado sus memorias, una novela, varios libros de poesía
y varios tomos de crítica literaria y cultural. Su producción,
tanto literaria como académica, presenta la constante inquietud del
sujeto que no se siente nunca arraigado a una cultura, una lengua, una
comunidad o un país específico. En el año 2000, al cumplir
los cincuenta años, publica Cincuenta lecciones de exilio y desexilio,
colección de poemas en prosa, aforismos y anécdotas. Desde un
principio, el autor lamenta su condición bilingüe y la describe
como alguna imprecisa dolencia que se origina en el hecho de que
para el autor es simplemente imposible crear desde un mundo regido por una sola
lengua. Es a través de estas cincuenta lecciones que las
lenguas del autor se confrontan y se examinan mutuamente ya que cada una de
ellas es sinónima de una cosmovisión distinta.
Los comentarios
que aparecen en las páginas siguientes fueron formulados durante un
examen escrito en clase por estudiantes de Spanish 410 (Literature of Exile,
Inmigration and Ethnicity). Los estudiantes recibieron varias citas para
comentar. Una de ellas, proveniente de Cincuenta lecciones sobre el dilema del
escritor bilingüe, produjo las respuestas que publicamos aquí.
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El
inglés nombra; el español inventa perífrasis.
Trailer: casa de remolque. Continental drift: el desplazamiento
gradual de los continentes. Clockwise: en el sentido de las manecillas
de reloj. Para vivir en movimiento, el inglés; para una vida pausada, el
español. José Angel Buesa se describe en un poema como
«lento y triste.» Así me parecen las cadencias del
español, lentas y tristes. Ya me lo dije: si quiero
«aclimatarme» al español, tengo que superar mi gusto por los
monosílabos: grunt, want, crunch (quejido, querer,
crujido); doom, gloom, swoon (ruina, lobreguez, desmayo);
quick, kick, trick (rápido, patada, truco). La
abundancia de monosílabos del idioma inglés concuerda con mi
inseguridad de exiliado, que se transparenta en un habla inquieta, entrecortada
Los monosílabos me permiten expresarme sin hablar, gruñir lo que
pienso, dominar el inglés sin habitarlo. Pero en español cada
sílaba espera su momento pacientemente (¡cuánta paciencia
requiere este solo adverbio!), dejándose saborear, paladear, como si
fuera humo en la boca.
Gustavo Pérez
Firmat Cincuenta lecciones de exilio y desexilio
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