Tomás
Raines '10
Nocturno con Anita
El cielo está apartado con luz del
ruiseñor por sábana ensuciada; se nubla el ser que brilla
por aire sin recuerdos de lo que yo conocía - los faroles rompiendo
el silencio ritmador. Respiro el viento frío quemando mi
pulmón - es reto contra el fondo y las almas mareadas,
riéndose del pobre cuyo puño aprieta hadas - mañana me
asegura que amargo el corazón. Me olvido de inspirar: tú
estás aquí conmigo - ¡qué necio! - ver es
fácil la gracia a mi costado; alargo mi brazo hacia tu cuerpo
calentado y andamos abrazados, latidos como abrigo. Con
música durmiente y risitas en los ojos, estamos celebrando que vida
nos anima - según el tiempo errante, ritmarla nos afirma -
hacemos pequeña onda, salpica mares lejos. Privados pasos como
el timbal que se da prisa - recuerdo que se calme al
fantasma-sinfonía que canta mi nocturno que oigo al fin del
día, y tiene un fin difícil después de la belleza.
Suspiros silenciosos nos tapan, mi primor, y la hora nos invade, que
nunca me acostumbro - estando aún peor pues de ti siempre me asombro
- y el sol despierto exige que duerma nuestro amor. |