Sara
Escobar
Una heroína con gran
corazón
¿Cuántas
profesiones hay en el mundo? Uno puede ser artista, filosofo, profesor, doctor,
y muchas más ¿Entonces por que escogió Olga ser una
Certified Home Health Aide? Cuando yo me enteré de lo que
hacía ella, o sea, cuidar a personas hispanas de la tercera edad, me
pregunté ¿Por qué querrá tener un trabajo tan
aburrido? Para eso están las familias de estas personas, para que los
cuiden ¿o no es así? Al pasar
un día con Olga, mi opinión sobre su profesión
cambió radicalmente. Ella me recogió a las 7:30 a.m.
Todavía entre dormida y con lagañas en los ojos, me subí a
su camioneta azul, rumbo a su trabajo. Cuando llegamos, faltando diez para las
ocho, me encontré frente a frente con una casa pequeña y blanca,
de dos familias, en una zona ni buena, ni mala. Subimos las escaleras hacia el
segundo piso donde vive Benny, un señor puertorriqueño de 70
años al que cuida Olga. Todas las
paredes eran de color crema. Su casa tenía dos cuartos, una cocina
pequeña y una sala con dos sillones. Al entrar a su hogar, me
encontré con dos jaulas grandes repletas de loros. Había loros
verdes, azules, amarillos y rojos. Eran tantos los colores, que las jaulas
parecían dos arco iris. Hasta el momento, eso era lo más
interesante que había visto en el corto tiempo que había estado
ahí. Aunque tenía mucha
ansiedad de conocer a Benny, no pude hasta las 9 de la mañana, ya que
cuando llegamos, él estaba durmiendo. Mientras él despertaba,
Olga y yo limpiamos la casa y le hicimos el desayuno. Como estábamos
trabajando sin interrupciones, tuvimos la oportunidad de hablar más
sobre su vida y su trabajo. Olga nació
en Colombia y vino a los Estados Unidos a fines de los ochenta, cruzando
montañas, ríos y desiertos. Como mis padres y muchos otros
latinoamericanos en los EEUU., ella no terminó su bachillerato en su
país, entonces tuvo que conseguir trabajo en la limpieza de casas cuando
llegó aquí. Después de varios años se cansó
de este trabajo y se pregunto a sí misma, "¿Por qué tengo
que seguir con esta vida mundana?" En ese momento ella decidió cambiar
el propósito de su vida y se matriculó en cursos para ser
Ceritified Home Health Aide. En unos cuantos meses, ya estaba ejerciendo su
nueva profesión. A los pocos minutos
de terminar nuestra conversación, Benny salió de su pieza.
¡Por fin iba a conocer al famoso Benny! Cuando él entró a
la cocina, noté que algo no era normal, y tenía razón. El
señor sufre de la enfermedad de Parkinson, entonces muchas veces se le
hace difícil hacer tareas cotidianas, ya que no tiene suficiente control
sobre los movimientos espontáneos de sus músculos,
específicamente sus manos y pies.
Pasé la mañana observando a
Olga interactuando con Benny. Ella trata a ese señor con una paciencia y
un amor impresionantes. Lo ayuda a bañarse, vestirse y comer. Hacen
crucigramas juntos y juegan dominó, al igual que a las cartas. Benny le
enseña a ella hablar inglés, y ella le da amor y le regala su
compañía. A las doce del
día, Benny, temblando mientras camina hacia la puerta, nos despide.
Cuando me acerco para decirle adiós, él me dice que Olga es un
ángel que Dios le ha mandado. Me explica que tiene un hijo de 19
años que no hace nada. Ni estudia ni trabaja, y Benny, con lo poco que
le llega de ayuda del gobierno, tiene que mantenerse a él y a su hijo.
Muchas veces, él no tiene ni que comer, entonces Olga le lleva el
desayuno. En ese momento comprendí la importancia de los Certified
Home Health Aides. En los países hispanos siempre hay alguien
viviendo y cuidando a las personas de la tercera edad, pero en los EEUU no es
así. Los viejitos son rechazados y abandonados, y como a Olga no le
gusta ver a los ancianos solos, ella decidió compartir su tiempo con
ellos. Ella dijo, "Yo amo a mis pacientes y me parte el alma cuando veo que han
sido abandonados y descuidados por sus familias. Ellos son tiernos y
cariñosos y han aportado mucho a nuestra sociedad, pero como no son
capaces de hacer la actividad física de cuando eran jóvenes, son
despreciados. Yo aprecio todo lo que han hecho por nosotros." Ella les
demuestra amor y aprende mucho sobre la vida por las historias que ellos le
cuentan. Aunque muchos no lo consideren
así, Olga ha impactado inmensamente a la comunidad hispana. Con su
humildad, empatía y obras de caridad, ha ayudado a quitarles el hambre,
el frío y la soledad a muchas personas de la tercera edad que se sienten
rechazadas por la cultura americana. Les ha alegrado el día a muchos
sólo con su compañía, y ha aprovechado la sabiduría
de estas bellas personas aisladas de la sociedad. Ella es una heroína
moderna, combatiendo la tristeza y la soledad no con violencia, sino con el
amor de su gran corazón. |