Jaclyn
Bellando, '14
Reseña de Flores de otro mundo
(1999)†
Imagine que usted
es un agricultor que tiene éxito económico, con una casa
cómoda y suficiente tierra para vivir por muchos años. Hay
sólo un problema: no tiene una esposa con quien puede compartir todo.
Esta es una descripción de la vida de muchos hombres de Santa Eulalia,
un pueblo ficticio en España que es el escenario de la película
Flores de otro mundo (1999). Mientras algunos de los agricultores
cultivan flores magníficas en sus jardines, los corazones de los hombres
necesitan el crecimiento de otro tipo de flor, el amor de una mujer. Sin
embargo, cuando las mujeres llegan al pueblo por fin, ¿van a tener la
misma perspectiva sobre las flores que los hombres?
Icíar
Bollaín, la directora y guionista de la película, lleva al
público en un viaje para contestar esta pregunta. Bollaín es
actriz también, y comprende la importancia de la emoción y las
relaciones personales en la cinematografía. Con su imagen
metafórica de la lucha contra la soledad, ella ha podido demostrar las
vulnerabilidades de la gente en muchas de sus películas como, por
ejemplo, Hola, ¿estás sola? (1995) y Te doy mis
ojos (2003). Flores de otro mundo (1999), sin embargo, es su
única comedia.
Tres parejas
especiales se forman a lo largo de la película: Damián y
Patricia; Alfonso y Marirrosi; Carmelo y Milady. Dado que todos son personajes
principales, Bollaín logra separar su obra en tres historias distintas
usando variaciones del mismo patrón, lo cual aclara al mismo tiempo las
conexiones entre los que tienen deseos similares. Por ejemplo, todos los
hombres quieren recibir una flor de amor, que significa una esposa, pero en
cambio encuentran a mujeres individuales, sus personalidades y sus
orígenes. Patricia es una dominicana y madre soltera, Marirrosi es una
trabajadora de Madrid, y Milady es una chica vibrante de Cuba. Con la ayuda de
una caravana de amor, los personajes se conocen, creando una trama de sus
relaciones incluyendo tanto conflictos brutales como momentos
cariñosos.
Es verdad que
Flores de otro mundo es clasificado en su género como una
comedia, pero hay que recordar que el tema de la película es en realidad
muy serio. Los actores interpretan el guión muy bien, transformando las
palabras en un mensaje provocativo de la naturaleza de las relaciones amorosas.
Al centrarse en tres historias diferentes, el público comprende que hay
un conflicto de necesidades entre los hombres, quienes desean apoyo
físico y emocional, y las mujeres sin apoyo económico. No hay
efectos especiales en esta película porque no los necesita; la realidad
de la vida de las mujeres e inmigrantes está iluminada simplemente por
la actuación fuerte de cada actor.
A pesar del hecho
de que no se verán muchas flores al final de la película,
Bollaín nos enseña la importancia de la percepción propia
con respeto a la pregunta al principio de esta reseña: si los hombres
miran los pétalos bellos cuando ven una flor, las mujeres miran la
raíz mantiene la flor para que sobreviva.
† Esta reseña se
escribió como parte del curso "Composición y Conversación"
(SPAN 301) enseñado en el otoño de 2011 por la profesora Cynthia
Stone. |