Daniel Correia,
'15
Reseña de Crónicas
(2004)†
En Babahoyo,
Ecuador, hay un asesino que ha matado a más de 150 niños. Un
reportero para el programa de noticias Una hora con la verdad, Don
Manolo Bonilla (John Leguizamo), descubre la identidad del asesino,
llamado el "Monstruo de Babahoyo", y de repente su carrera está en
peligro. Crónicas (2004) explora la decisión
difícil que Bonilla tiene que tomar entre exponer la verdad o decir una
mentira para conseguir la fama.
Más
notablemente, Crónicas es una película de suspenso y
misterio. Bonilla presencia un accidente en el que Vinicio Cepeda
(Damián Alcázar) mata a un niño con su camioneta en
el centro del pueblo y, para vengarle, el padre del niño trata de
linchar a Cepeda en una manera muy violenta. Resulta que el niño es el
gemelo del chico que el monstruo mató. Durante la película,
Bonilla lleva a cabo entrevistas con Cepeda, quien afirma que tiene mucha
información sobre el asesino; pero en poco tiempo, empieza a creer que
Vinicio Cepeda es el monstruo él mismo.
A lo largo de la
película, el público no sabe a quién creer. Pienso que
este aspecto del film es un testamento al talento tanto del guionista como del
director, Sebastián Cordero. La meta que tiene cada película es
captar el interés del público, y Crónicas lo hace
por medio de la actuación convincente de Damián Alcázar y
el guión escrito por Cordero. Cuando somos parte de la audiencia,
queremos confiar en Cepeda porque es muy bueno con su hijo y con su esposa y
además está encarcelado injustamente. No obstante, cuando las
pruebas en contra de él empiezan a ser más numerosas, las
emociones y los pensamientos del espectador empiezan a cambiar. ¿Es el
monstruo de Babahoyo, o no? En mi opinión, éste es un aspecto
fundamental de Crónicas.
Cuando el
documental de Bonilla se estrenó, describiendo a Cepeda como un
inocente, aquél tiene miedo de perder su trabajo. En ese momento,
Bonilla cree sin duda que Vinicio es el asesino. Si revelara la verdad, su
programa Una hora
estaría terminado. Por otro lado, si no
hablara con la policía, sería un cómplice en las muertes
de niños en el futuro. En mi opinión, la audiencia está
tratando de decidir por sí mismo; ¿debe Bonilla decir la verdad o
salir del país? Me gusta que Crónicas pueda hacer sentir a
la gente que está en la misma situación que el protagonista.
Por
último, Bonilla y su grupo huyen de Ecuador a Miami, y no le informan a
la policía de nada. Es terrible que Bonilla decida salir de Ecuador,
pero el motivo detrás de su decisión nos dice algo sobre el
carácter humano; Cordero está presentando el hecho de que, en su
opinión, los seres humanos se salvarán a sí mismos en
lugar de otros. Es un concepto triste, pero es uno muy evidente en la obra de
Cordero, y aún más evidente en el mundo real hoy.
Se puede decir
que Crónicas sigue algunos modelos exitosos de otras
películas que tienen una vuelta de tuerca y suspenso. En otras
películas - por ejemplo Fight Club(1999) - hay un cambio
paradigmático en la manera en que vemos al personaje principal. Esto
pasa también al final de Crónicas. Del mismo modo, filmes muy
populares hoy en día han usado finales similares a lo que ocurre en
Crónicas, como, por ejemplo, Inception (2010) y Shutter Island (2010).
El uso de estos métodos populares mejora la trama y mantiene la
atención de la audiencia. Cuando el público sale del cine
hablando con emoción sobre el desenlace, es una prueba que el director
ha hecho un buen trabajo, y es mi firme convicción que Sebastián
Cordero lo hizo.
Fundamentalmente,
Crónicas tiene todos los elementos de una película
exitosa: tiene suspenso, una trama imprevisible y una cuestión moral
provocativa con la que la audiencia puede sintonizarse. La historia es
interesante y la acción es fascinante. Mi impresión general es
que si Sebastián Cordero hiciera otra película en la misma manera
de Crónicas, sería otro éxito.
† Esta reseña se
escribió como parte del curso "Composición y Conversación"
(SPAN 301) enseñado en el otoño de 2011 por la profesora Cynthia
Stone. |